Crónica de la noche en que Andrew Cuomo volvió a morder el polvo de la derrota

El exgobernador Andrew Cuomo volvió a conocer el polvo de la derrota política. Tal como proyectaban todos los sondeos de opinión, y de acuerdo a proyecciones surgidas antes del cierre de esta edición, se confirma que, sin dudas, el experimentado político no pudo contener el huracán que significó el joven asambleísta Zohran Mandani desde que apareció en esta contienda.

Ya antes del cierre de las mesas electorales y la aparición de cualquier boletín oficial, en el salón Ziegfeld Ballroom del centro de Manhattan —el sitio escogido por los seguidores del aspirante independiente para esperar los resultados— era difícil percibir algún signo de optimismo, mucho menos de celebración. Caras largas, risas nerviosas, copas que chocaban sin sabor a brindis. A su vez, conocidos dirigentes que pusieron el pecho por Cuomo esquivaban la mirada de los medios.

Al pasar los minutos, las pantallas de las grandes cadenas y las versiones de medios confirmaban lo que muchos en ese recinto festivo no querían escuchar. Las expresiones eran de resignación ante un resultado que todavía no había sido cantado por la autoridad electoral, pero era difícil de ocultar o discutir en ese espacio, alrededor de las 9:20 p.m.

Las inmensas pantallas ya transmitían proyecciones de medios locales con las peores noticias para quienes formaron parte de esta contienda: Mandani lidera la elección cómodamente, con números similares a lo que ya decían las encuestas.

Esperando al candidato, a las 9:42 p.m. trascendió en la sala que la agencia AP ya confirmaba el triunfo del candidato demócrata. Desde ese momento, solo se esperaba en el frío escenario que el exgobernador apareciera a reconocer su derrota.

Lágrimas, abrazos de consuelo y ciertas expresiones nada disimuladas presagiaban, desde la perspectiva de esta campaña, malos tiempos para la Gran Manzana. “Hay que apoyar al nuevo alcalde y esforzarnos como equipo para que el socialismo no se apodere de nuestra ciudad”, decía un joven dominicano.

Se trata de la tercera gran derrota del heredero de una dinastía política de pesos pesados de la política neoyorquina. La primera fue cuando tuvo que renunciar como mandatario estatal tras acusaciones de acoso sexual. La segunda, cuando el pasado mes de junio fue derrotado en las internas de su partido. Y ahora, la tercera, cuando deberá reconocer que, pese a los esfuerzos que incluyeron millones de dólares, su contrincante le pasó de nuevo por encima.

En las primeras de cambio, esta elección significa un parteaguas en el partido demócrata y deja a esa organización política en Nueva York fragmentada en mil pedazos.
https://eldiariony.com/2025/11/04/cronica-de-la-noche-en-que-andrew-cuomo-volvio-a-morder-el-polvo-de-la-derrota/

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *